Uno de los objetivos principales en esta enfermedad es mantener niveles adecuados de glucosa para controlar la enfermedad y evitar complicaciones a corto y largo plazo. No sólo se necesitan los medicamentos, es sumamente importante incorporar hábitos saludables (alimentación y estilo de vida).
Para conseguir todo esto, es necesario enfocarnos en los macronutrientes: proteínas, grasas y carbohidratos.
Los carbohidratos son la principal fuente de energía para nuestro organismo, al metabolizarse, se convierte en glucosa para ser utilizado como combustible. Este proceso, provoca una elevación en sangre de glucosa, lo cual es fisiológicamente normal. Sin embargo, las personas que padecen diabetes tienen dificultad para controlar esa elevación y mantenerlo en niveles adecuados. Por lo que, además de los medicamentos que se utilizan para tratar la enfermedad, es necesario mantener una alimentación adecuada para evitar la hiperglucemia.
Según la ADA (Asociación Americana de Diabetes) debemos de tener en cuenta que:
- La ingesta de carbohidratos debe ser alta en fibra, abarcando las verduras, fruta, legumbres, granos enteros, así como productos lácteos bajos en grasa.
- Aquellos que llevan un tratamiento con insulina, es necesario establecer una ingesta adecuada, así como en los tiempos correctos para evitar hipoglucemias.
- Evitar el consumo de bebidas azucaradas, así como jugos de fruta, para así mantener niveles adecuados de glucosa, así como para reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular e hígado graso. Además, es necesario realizar una lectura de etiquetas de productos de forma adecuada para así detectar alimentos con azúcares añadidos y los que tienen baja calidad nutricional.
- Las 3 principales comidas (desayuno, comida, cena) deben contener los 4 grupos de alimentos: frutas/verduras, cereales integrales, proteína (animal o vegetal), grasas buenas. De esta manera, los carbohidratos tendrán una digestión y absorción más lenta.
- El orden de consumo de alimentos y las combinaciones son importantes. Siempre acompañar un alimento rico en carbohidratos (ej: fruta, avena, arroz) con un alimento rico en proteínas (ej: yogurt, pollo, pescado) o grasas (ej: aguacate, aceite de oliva extra virgen, crema de almendras). De esta forma, el carbohidrato tendrá una absorción más lenta debido a la proteína o grasa, por lo tanto, menor pico de glucosa.